“Peregrino y caminante
que a Santiago vas contento
sin asustarte la lluvia
ni frío, calor o cierzo,
quisiera yo preguntarte
qué dicen tus pensamientos.
 
Seguro que al cielo miras
y pides frescura al viento
y cuando llueve, quizás
piensas que dentro, más dentro
el agua que dan las nubes
a tu alma da refresco.
 
¿Qué buscas en el camino
o qué llevas ofreciendo?
 
Puede ser que ofrezcas gozo,
puede ser que ofrezcas duelos,
puede ser que profundices
en tantos, tantos misterios
que la vida nos esconde
y saberlos más queremos.
 
¡Tantas cosas pueden ser
tantas seguro, irán siendo!
 
Te dirán mucho los campos
te dirán mucho los sueños
y también mucho quizás
las estrellas del Sendero,
porque ellas antes que tú
a Santiago ya le vieron.
 
¡Y cuántas veces seguro,
hablando con el Maestro!
 
Nuestra Virgen Del Camino
contigo irá por supuesto
para dar fuerza a tu Fe
para siempre darte aliento.
 
Lo que buscas, no lo sé,
Lo que encuentras casi cierto.
 
Encontrarás mucha paz,
te llenarás de contento
y el Señor sabrá premiar
tus sudores y tu esfuerzo.
 
Y al abrazar al Apóstol
seguro que sonriendo,
le contarás del Camino
y El te contará del Cielo.
 
Y si pones atención
y si tú lo escuchas presto
te enseñara lo mejor
te enseñara lo perfecto.
 
Te cogerá de su mano,
para llevarte al Maestro.”

Texto copiado da Igreja de Santiago, em Carrión de Los Condes. Autor desconhecido.